Registro de transacciones financieras: Registrar todas las transacciones financieras de la empresa, tales como compras, ventas, pagos y cobros, entre otros. Conciliación bancaria: Realizar conciliaciones bancarias para asegurarse de que los registros contables y bancarios estén en línea y reconciliados. Facturación: Emitir facturas a los clientes y realizar seguimiento de las mismas para asegurarse de que se hayan cobrado y pagado a tiempo. Elaboración de informes financieros: Preparar informes financieros, como el balance general, estado de resultados, estado de flujo de efectivo, entre otros. Gestión de cuentas por pagar y cuentas por cobrar: Realizar seguimiento de las cuentas por pagar y por cobrar de la empresa, incluyendo la emisión de facturas y la realización de pagos. Gestión de impuestos: Preparar y presentar las declaraciones de impuestos de la empresa, asegurándose de que se cumplan todas las obligaciones fiscales. Gestión de inventarios: Llevar un registro de los inventarios de la empresa, supervisar las entradas y salidas de los mismos y realizar ajustes según sea necesario. Análisis financiero: Analizar los estados financieros de la empresa para detectar tendencias y patrones y proporcionar recomendaciones para mejorar el rendimiento financiero.